Hoy, según te preparabas para acostarte, ha venido Lola, tu hija de once años y lo ha soltado así, sin mediar nada más: “Mamá, ¿tú crees en Dios?”.

En un momento, han pasado mil ideas por tu cabeza. Decirle que es muy tarde y que mañana hablamos, con la esperanza de que mañana se haya olvidado. Decirle que síhijamíayocreoendios, pudorosamente y como de puntillas, como siempre que tocas este tema. Decirle que sí, pero que esmáscomplicadoqueunsíounno… Y es que sí, Dios es importante para ti, pero por el camino, te has ido alejando de la comunidad que en su día  contrastaba tu identidad, no has hablado a tus hijos de Dios y tu relación con Él se vuelve dudosa por momentos. Que en esa falta de conciencia de lo que vives te acercas a Dios cuando lo necesitas y el resto del tiempo una culpa difusa lo acompaña todo en relación a Él, desde hace mucho tiempo.

A Lola le has dicho que sí, y que mañana hablamos. Eso te da tiempo, no para esperar que se le olvide, como tantas veces, sino para reunir todo el valor de que eres capaz y dirigirte a Dios, a ese Dios que sabes que ha estado siempre contigo.

Esa misma noche, decides que aprenderás a leer la Palabra de Dios. Que le vas a dar prioridad como has hecho toda la vida con las cosas importantes. Esa primera noche decides que la siguiente noche que dediques a estar con Dios -esta intimidad no es para perdérsela, y otras veces ha sido así por cosas poco importantes-, te gustaría también escuchar su Palabra.

Decides que estudiarás el Nuevo Testamento. Luego habrá que seguir aprendiendo, pero el Nuevo Testamento te permite conocer a Jesús para relacionarte con él. Está claro que no puedes relacionarte con quien no conoces, que no amas bien a quien no conoces bien.

Esa es la razón por la que te apuntas a este Taller: Biblia & Vida. Lectura Existencial del Nuevo Testamento. Ya no vas a posponer más la relación con Dios. Ya no vas a seguir dejando lo importante para después.

Cuando Lola se levante, estarás preparada para responder a tu hija. Seguramente, esta respuesta es más y mejor que lo que ella te pedía. Será una respuesta en la que implicas todo tu ser, y ella lo percibirá así. ¿Es posible darle algo mejor?

Si ya te ha llegado la hora de aprender a leer la Palabra de Dios, si ves que lo que te interesa es ensanchar tu estudio bíblico personal de modo que te lleve a la vida, ¡aquí tienes Biblia & Vida!