Hoy te traigo una oración. O un poema. O los dos a la vez. Una palabra dirigida a Jesús desde el fondo del corazón…. de Cecilia J., que nos regala de este modo algo de su relación con Jesús.
Tú me llamaste, Jesús.
Me llamaste hace muchos años y no fui del todo consciente.
Al menos
No en toda su magnitud.
Pero Tú me llamaste.
Y seguiste a mi lado desde entonces,
Paciente,
Persistente,
Amoroso…
He entendido, o no he entendido, o me he enredado, o me he despistado,…
He ido por mil caminos,
He librado mil guerras,
He luchado con mil dragones…
Y tú siempre estuviste a mi lado.
Aún estás a mi lado.
Has sido certeza, y has sido apoyo, y has sido escudo,
Y techumbre,
Y agujero recóndito,
Y cumbre soleada.
Has sido eones y has sido caricia.
Has sido hombre, y has sido niño.
Y has sido niña. Conmigo.
Has sido luz y has sido esperanza.
Has sido ganas de dejar las drogas, y de cruzar nadando.
Has sido ganas de escalar montañas, y ganas de ordenar la casa.
Con lo que Tú tienes me sobra. Lo que a Ti te sobra me basta.
Y tú me has llamado.
Y yo aquí, doliéndome de minucias.
Doliéndome de mi madre, de mi tiempo, de la vida…
Y solo sé que con lo que te sobra, me basta.
Y no tengo que suplicar, aunque podría. Aunque debería…
Porque Tú me llamaste
Porque fui regalada.
Porque estuviste a mi lado
Paciente,
Persistente,
Enamorado…
Porque estás a mi lado
Comprensivo
Solícito
Incansable…
Seguro, confiado, atento
Porque estás a mi lado
SIEMPRE.
Y yo aquí enredada, distraída, confundida
Sé que hablas, pero no te oigo.
Sé que estás, pero no te veo.
Sé que estoy, pero no entiendo.
Tú me llamaste, Señor
Y me sigues llamando.
Va siendo hora de que me entere.
Imagen: