De este cuarto y último grado de oración, desear y suplicar al Espíritu que todos los que tengan noticia de ello lo deseen, y deseándolo lo pidan, y acojan, en confianza humilde y agradecida, lo que el Señor les dé, pues por ese camino serán llevados a la vida de amor que Él nos regala.
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Teresa, ¡muchísimas gracias por todas estas charlas!
¡Que el Señor seduzca a muchos con ocasión de ellas, y que le digamos sí!
Lo pedimos fervientemente, María…!
Yo también te doy las gracias por estas charlas. Teresa, a mi me han dado Vida y seguro que a los demás también. Las dos Teresas habéis recibido el don de la exhortación y las dos sois puente que nos llena de deseo por “El de arriba”.
Estupenda la idea de colgarlas de tu blog, ojalá que lleguen “al infinito y más allá”.
Apenas conocía a Teresa de Jesús pero empiezo con su biografía… ya.
Doy gracias a Dios, muchas,
Qué bueno si este encuentro con Teresa te hace querer ir a su vida, Lourdes. Y que por ambas, el Espíritu nos lleve, como dices, “al infinito y más allá”!