En estas entradas vamos a recorrer el capítulo 14 del evangelio de Lucas. Y dentro del c. 14, estamos atendiendo a este contraste: el que se da entre nuestro modo de mirar y el modo desde el que Jesús, que se ha hecho hombre y nos muestra el camino para ser humanos, ha vivido y nos ha enseñado a vivir.
El modo de vivir que manifiesta la vinculación y la obediencia a Dios. Vamos a reconocerlo en estas entradas.
Un sábado que entró a comer en casa de un jefe de fariseos, ellos lo vigilaban. Se le puso delante un hidrópico. Jesús tomó la palabra y preguntó a los doctores de la ley y fariseos: —¿Está permitido sanar en sábado o no? Ellos callaron. Jesús tomó al enfermo, lo sanó y lo despidió. Después les dijo: —Supongamos que a uno de vosotros se le cae un hijo o un buey a un pozo: ¿acaso no lo sacará enseguida, por más que sea sábado? Y ellos no supieron qué responderle. Lc 14, 1-6
Vemos, en primer lugar, nuestra mirada. Esa mirada nuestra que emplea distinto rasero cuando se trata de nosotros o de los demás. Los fariseos aplican la norma del sábado a este hombre enfermo y no a sí mismos. Vemos así que la mirada que tenemos cuando estamos sujetos a la ley tenemos una mirada estrecha. Esa sumisión nos hace tener un doble rasero, y además, nos hace vivir sometidos.
Vamos a ver, en cambio, cómo mira Jesús. Jesús está en esta casa, y viene a él un hidrópico. Jesús se compadece de él, no porque su dolencia sea muy grave, sino porque el hombre le ha pedido ayuda. Y como también quiere ayudar a los fariseos, se dirige a ellos, en ese registro de hacer preguntas para profundizar tan característico de los judíos, pero ellos, sujetos a la ley, no le responden.
Jesús se vuelve entonces a este hombre, y lo cura. Después, se vuelve a los fariseos con este mismo deseo de ayudarles. Para ello, abunda de nuevo en lo que les ha dicho antes, haciéndoles ver su inconsistencia. Ellos, nos dice, “no supieron qué responderle”, porque la sumisión a la ley, la sumisión al juicio de los demás, les tenía tan dominados que no han podido abrirse a la salvación que Jesús les traía.
Deseo que este comentario te ayude a abrirte al modo de Jesús y a dejarte transformar por él.
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