En este día en que los sabios del que nos habla este mismo evangelio (cf. 2, 1-12) se encontraron con Jesús después de un largo camino comprometido en buscarlo, celebramos su encuentro. El encuentro de Jesús con cada uno de los hombres y mujeres que han buscado a Jesús por todos los caminos de la tierra, y la transformación que ha supuesto en las vidas el reconocerse mirados por él, el saberse mirados, reconocidos y encontrados por su mirada.
En este día he querido traerte este poema, Mírame tú, que creo que reconocerás como regalo[1]:
Mírame tú,
Jesús de Nazaret.
Que yo sienta posarse sobre mí
tu mirada libre,
sin esclavitud de sinagoga,
sin exigencias
que me ignoren,
sin la distancia
que congela,
sin la codicia
que me compre.
Que tu mirada
se pose en mis sentidos,
y se filtre
hasta los rincones inaccesibles
donde te espera
mi yo desconocido,
sembrado por ti
desde mi inicio,
y germine mi futuro
rompiendo en silencio
con el verde de sus hojas
la tierra machacada
que me sepulta
y que me nutre.
Déjame entrar dentro de ti,
para mirarme desde ti,
y sentir que se disuelven,
tantas miradas propias
y ajenas que me deforman
y me rompen.
[1] El poema es de B. González Buelta, sj, Salmos para “sentir y gustar internamente. Una ayuda para la experiencia de los Ejercicios Espirituales (que ya habrás notado que me encanta:))
Imagen: Frantzou Fleurine, Unsplash
Buenos días entrañable y siempre esperada Teresa. Mil gracias por tu regalo , encontrarse con la mirada de a Jesús que te lleva a desposeerte , a centrar tu mirada en otro lugar. Llevada a entrar dentro de su mirada, me deja un pokito como sobrecogida por sentirme ahí, en ese lugar, en esa mirada en ese inmenso amor que me reclama… es lo más, no deseo nada más. Inmensa gratitud por tan hermoso y delicado regalo. Que el nuevo año nos lleve a ese encuentro en verdad con todo y con todos. Gracias por nuestro encuentro, por tu presencia en mi vida. Abrazos de luz para este 2020. Namasté.
Gracias, María Pilar. Qué hermoso lo que dices de que es lo más, que no deseas nada más. Regalos que nos hacen plenas… Que nos sintamos así miradas cada día.
Gracias Teresa porque cada Mañana me aportas algo q serena mi vida, la que vivo estos meses.
Gracias hoy por ese poema precioso q me invita a dejarme en sus manos a mirarle a el como él me mira a mi.
Gracias!
Feliz año…un abrazo.isaa
Qué alegría, Isa. Damos gracias y seguimos caminando en este año, desde esta mirada que nos hace reales y amadas.