He conocido a un muchacho, Ayize, que vive una situación muy dura. Ha venido a Europa en los bajos de un camión, pasando mil penalidades, y no logra encontrar trabajo para mantenerse. A veces come, a veces no. A veces tiene un colchón para dormir, otras duerme en la calle. A veces le ayudan, otras le golpean. Necesito un trabajo, te dice como resumen de lo que le pasa. Lleva ya muchos meses escuchando “no, no, no”. Impresiona su fe, que se revela capaz de sostenerle en este tiempo de oscuridad. Y cita el libro de la Sabiduría: Dios no ha hecho la muerte, todo lo ha creado para que subsistiese (Sab 1, 13a.14a).
A mí me sobrecoge esta fe de Ayize. Y me hubiese salido hablarle de trabajo, pensar en otras puertas que igual aún no hemos tocado, pero no sé cómo, me he visto respondiéndole con las palabras de Juan: yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo el que esté vivo y crea en mí, jamás morirá. ¿Crees esto? Jn 11, 25-26. No es que no tenga claro que necesita encontrar un trabajo porque su situación actual es muy precaria. Pero siendo tan grande su fe, la fe misma se me ha hecho una fuerza más poderosa para él que todas las razones.
Al decirle las palabras de Juan, se le ilumina la cara, y canta un canto de su tierra que dice esto mismo. Un canto luminoso e intenso como su rostro.
Claro que necesita encontrar trabajo. Pero la certeza de que Dios es fiel es en él tan poderosa que no se puede dudar de que le viene del mismo Dios.
Aquí en Occidente tenemos una fe tibia porque la usamos como una herramienta más: aquí mis fuerzas, aquí la fe, aquí apoyarme en este amigo, y aquí… somos nosotros los que gestionamos la vida, o nos hacemos la ilusión de que la gestionamos. Cuando todo lo demás no está, porque se ha caído, porque nunca estuvo o porque sabes que no vale, la fe sigue siendo el suelo que te fundamenta. Ahí es donde conocemos que la fe es poderosa.
Por supuesto, Dios escuchará a Ayize. No, como dice nuestra lógica cetrina, cuando sea demasiado tarde o cuando Ayize no pueda más. Dios hará, y quien tenga fe, verá que lo que Dios ha hecho bendice a Ayize y a muchos. Que en esa pequeñez a los ojos del mundo que es la vida de Ayize, Dios se manifiesta grande.
La fe no es para débiles. Es para quienes han de ser sostenidos en medio de nuestro mundo en eso que el mundo no entiende. Es para quienes necesitan ser pertrechados para salvar a nuestro mundo que cree que no necesita ser salvado.
Por eso he titulado esta entrada “una fe más poderosa que el mal y que la muerte”: todos sabemos que el mal y la muerte nos tientan, en muchas ocasiones, para dejar de confiar en Dios. Qué grande es cuando, en esas hermanas y hermanos que viven de fe, como Ayize, el mal y la muerte son ocasión para confiar más intensamente en él. En ellas y ellos, la debilidad de su persona, de su situación, se vuelve lugar de la salvación de Dios.
La Cuaresma nos da la ocasión de conectar con nuestra debilidad para experimentar ahí la fuerza de Dios.
En la Cuaresma contamos con medios débiles a los ojos del mundo. Con hermanos y hermanas que parecen débiles porque sus vestidos son la fe, la esperanza y el amor, que requieren que te vacíes de lo “tuyo” para habitarte enteramente.
¿Y tú y yo, que no somos Ayize, con qué medios contamos? Con nuestro dolor, que no se desvincula de los pobres; con nuestras fragilidades y pecados, que ponemos a la luz para que no nos dejen olvidar que nuestro no-poder es fuerza de Dios. Como dice Pablo: Cuando soy débil, entonces soy fuerte. 2Cor 12, 10
¿Te sumas a vivir este tiempo de esperanza de manera que llegues a adorar al Crucificado – Resucitado, reconociendo que en él está la salvación del mundo?
Imagen: Dorrell Tibbs, Unsplash
Me maravilla la fe de los pobres… Me maravilla que la fe los sostenga… Me maravilla que puedan ver a Dios…
Ojalá que esa maravilla nos transforme, María Luisa…
Hermosa esa fe y se que se puede llegar a ella a traves de la confianza la certeza y la seguridad puesta en Dios.
Si ayer lo hizo hoy lo vuelve hacer
Gracias teresa por tus enseñanzas .atraves de ellas he llegado a uma relación muy Intima con Dios.
Dios te Bendiga.♥️🙏
Gracias, Noris! “Si ayer lo hizo hoy lo vuelve a hacer”. Es así. Gracias por tu fe y por proclamarla, Noris. ¡Bendiciones!